Cuando observamos este gráfico (difundido por TrendSpider LLC), nos llamó mucho la atención por el patrón de largo plazo que viene haciendo una de las empresas más grandes del mundo.
Entonces, decidimos investigar más a fondo la razón de valor económico que estuviera sosteniendo ese desempeño y más aún, el posible gran tercer salto, que daría TESLA, quizás, entre este o el otro año.
Y encontramos esto:
El Primer gran salto
Fue entre el 2012 y el 2014, originado por el lanzamiento de su Model S, que marcó un antes y un después. Fue el primer sedán eléctrico de lujo con gran autonomía (superior a 400 km), lo que puso a Tesla en el radar de Wall Street y del consumidor masivo.
El Segundo gran salto
Fue entre el 2019 y el 2021, originado por el lanzamiento del Model 3, en el 2017, fue clave, pero recién en 2019 Tesla logró escalar su producción masiva y mostrar que podía convertirse en un fabricante global, no solo de nicho. Además de aperturar la Gigafábrica en Shanghái, el 2019, que permitió acceder al mayor mercado de autos eléctricos del mundo, reduciendo costos y aumentando ventas.
El posible Tercer gran salto
Sustentado en la fuerte apuesta por su red de Full Self-Driving (FSD) y robotaxis. Si logra demostrar fiabilidad regulatoria y lanzar el servicio, Tesla dejaría de ser sólo una automotriz para convertirse en una plataforma de movilidad, con márgenes mucho más altos que la venta de autos. Esto podría redefinir su valuación. Además de ello, esta por lanzarse un nuevo modelo más accesible para el mercado menor a US$25 mil.
La tercera expansión dependerá de si Tesla logra convertirse de fabricante de autos a plataforma tecnológica de movilidad y energía. El catalizador más fuerte sería el despliegue real de robotaxis + monetización del FSD, lo que transformaría el modelo de negocio con ingresos recurrentes y márgenes mucho más altos.