Muy de moda en los días que subían, hoy ya no tanto. En opinión personal, las criptomonedas serán el nuevo medio de intercambio en un futuro no muy lejano. Sin embargo: ¿Cómo se sustentaban los precios de las criptomonedas?

Para ello debemos saber que una moneda se valoriza respecto a otra, a partir del nivel de riqueza que ostenta cada país, hasta 1971 esto se realizaba a través del patrón oro, el cual se medía por la cantidad de oro que un país tenía en reservas, sin embargo, hoy se mide por su capacidad productiva. Es decir, si un país incrementa su PBI a través de inversión privada, inversión pública, consumo interno y aumento de sus exportaciones, atraerá más inversiones con la consecuente generación de empleo. Y el ingreso de esas nuevas inversiones las cuales llegan en moneda extranjera, necesitan cambiar a moneda local, lo que produce demanda de dicha moneda local, incrementándose su valor.
En tal sentido, son los países los que controlan la economía mundial a través del intercambio permanente de bienes y servicios entre países, lo que a su vez conlleva a algo muy importante: EL CONTROL MONETARIO, que se traduce en políticas monetarias, necesarias para controlar fenómenos económicos que se originan en cada país, como la inflación, la recesión, la estanflación, etc. a cargo de sus propias autoridades financieras, como es el caso del BCRP en el Perú o la FED en USA. Entonces: ¿Cuál es el soporte productivo de las criptomonedas que sustenten sus actuales precios? La respuesta es NINGUNO.

Los actuales precios de las criptomonedas, se sustentan en la mera especulación. La compra de unos, con la esperanza de vendérselos a otros, a un mayor precio en un futuro, bajo la expectativa generalizada que son la moneda del futuro y que vienen teniendo una aceptación global para el intercambio de bienes y servicios.
Es innegable que sí funcionan como un medio de intercambio, pero sus actuales precios están sostenidos por aire: Nadie las regula. No existe un aparato económico productivo real detrás de ellas, justamente al no pertenecer a nadie.

Cuando el mundo use por completo las criptomonedas con seguridad serán aquellas que generen los mismos países, reemplazando sus monedas físicas por digitales, justamente para tener el control de sus políticas monetarias.

El peor escenario es que en el futuro, ningún país acepte las actuales criptomonedas (pues ya tendrían las suyas), con lo cual sus precios caerían abruptamente. En septiembre de este año, China ya las declaró ilegales para cualquier transacción.

Otro escenario, más favorable, es que sigan existiendo como activos refugio, por la aceptación global que tienen, tal como sucede como el oro desde hace siglos. Sin embargo, la diferencia entre el oro y las criptomonedas es que el oro es un elemento natural finito, las criptomonedas son elementos artificiales infinitos.

En conclusión, los actuales precios de las criptomonedas se basan netamente en la especulación y su amenaza más latente es la regulación de los gobiernos. El mundo avanza, las tecnologías evolucionan, los hábitos cambian pero lo que siempre va a permanecer en el tiempo mientras la humanidad exista será el sentido común y la estupidez.